Querido diario:

Hoy supe que una compañera de universidad pisará el palito. Hoy almorcé con el rodrigo en una casa de unos krishnas un almuerzo de $1ooo. Hoy fui a clases de aquabike y no me cansé tanto. Hoy levantaron las primeras cerchas de mi nueva pieza. Hoy fui al taller de poesía ilegal de balmaceda*. Hoy el guatón del negocio me dijo que mi pase estaba malo y no se podía cargar. Hoy cargué el pase en el metro Cal y Canto. Hoy hice unos tacos vegetarianos muy ricos. Hoy escucho Mulatu Astatké. Hoy hice un video muy fome pero lleno de recuerditos (de esos que tanto me gustan)

*Básicamente es la continuación del taller de Cociña, pero sin Cociña o bien, sin profesor pero ocupando las dependencias del próximo Instituto Balmaceda.

Buenas nuevas

Hoy me conseguí el DUC así que en Diciembre 13 poetas inéditos se traslada a Valparaíso. Yuju, aunque todavía me faltan dos. Queda poquito, dani, anita, naijem y todo el mundo que irá a ayudarme: bienvenidos sean.

Cambio y fuera.

Empecé Hijo de Satanás en la piscina, mientras las niñas se bañaban. En la piscina chica, unos 8 cabros juegan a una guea que se llama “marcopolo” y se tiran la pelota, saltan y molestan a uno que tiene tetas “ oye y no dai leche en polvo?”.

Enero 2007

Cofre

Gracias a esa cajita donde se mete el disco duro y se conecta al pc encontré estas dos joyitas y muuuuchas más, llevo dos horas y media viendo fotos y leyendo conversaciones de msn vieeejas. Que shusha, parece que yo si vivo de los recuerdillos.

 

DSCN1248

Dos mil cinco.

S4020069

Dos mil seis, dos mil siete.

Malú Urriola, Dame tu sucio amor.

Alcohol

Me he perdido en un largo delirio, hay alguien junto a mi cuerpo, en un motel descanso después que me partieron el vientre, temo irme en el sueño, tanto como temo desvalijarme, envolverme en bruma ante un nauseabundo amor, clamo por los desarraigados cuando bebo y tu rostro flota al ras del líquido en el vaso y otros cuerpos acompañan desnudos esta terca soledad, estoy lejos de la tribu, no me toca la corrupción del bienestar ni los alcohólicos de clase, espero por un lugar donde el alumbrado no se apague al alba, donde el grito de los ausentes no acabe salido el sol.

Quiero verte, acariciarte como si acariciara una fína navaja.

Camino por San Martín a estas horas, para proyectarme en los ojos secos de otras rameras, estoy tan harta, sueño en la desolación. En la soledad de la casa fría, las colillas de cigarro aparecen desde el piso como ampollas, siento la fragilidad del cuerpo, la mirada cortopunzante; me abracé a mi propia sombra, me alejé de otros cuerpos, de sus dulces voces diciendo no te vayas esta noche.

Camino sorda, respiro y mato con el aire. En el sitio del corazón me late un metal, atrofiado, maldito.

Inflamada a un costado, lloro mi dolor después de esta pleuresía, he sido devastada por la soledad, ya ni siquiera he visto su sombra, siguió viaje en el ferrocarril sin voltear a ver mi rostro abatido, había que abrirse un hueco en el pecho para vaciarle esta agonía, roídos el corazón y la boca, has golpeado mi cuerpo hasta clarear, insomne me he dejado derrotar por todos los que mi memoria guarda. Me has dado de beber, has llagado mi cuerpo que ondea como una bandera derribada y sin embargo siento un miedo, una furia terrible a la ausencia, que ha plagado esta noche.

He vivido del sobresalto de perder esa imagen, ese traslado del rostro que recuerdo, sostuve mi amor en el error de amar un fragmento de esa imagen, hace más de seis meses que no sé nada tuyo, me matará la espera o el olvido, he sucumbido ante la abstracción de otras palabras, me he perdido esperando desplegar este atrofiado cuerpo junto a la atrofiada imagen de ese cuerpo tuyo, con una insostenible terquedad, aún así yazgo en el espanto. Sentenciada a la muerte lo mismo que a la oscuridad, arrastro para otros mi mal destino, el sueño, la aflicción del fraude. Hermana de Erebo, ando vagando durante la noche.

Dame tu sucio amor que se quema sin llamas, mi corazón ha afollado, derramado en su vicio, alojado en su tumor, labré mi dolor en la peor herrería, el barro cubre mis pies, me he revolcado en un amor bastardo, con la holgadura de una delincuente cercené, arrojé la dura carga de amar en la soledad, en medio de la caída y el desfallecimiento, dame ese amor sucio, lastima mi alma, cúbreme.

Guardo las marcas de tus mordeduras, asílome a la piel como mi mordaza en silencio.